Las islas griegas: un menú para todos los paladares

Este año, el verano lo hemos dedicado a regresar a uno de los países europeos más queridos por el equipo de Vertierra, Grecia, y en concreto a navegar por sus muchas islas y disfrutar de los infinitos planes que ofrecen los 1.400 paraísos en forma de isla del país del Jónico y Egeo. Con tantas opciones, ¿cómo no vas a encontrar una isla para ti? Tanto si te gusta la tranquilidad y huyes de las hordas de turistas, como si quieres bailar hasta el amanecer, las islas griegas ofrecen opciones para todos los paladares. En este post, te ayudamos a elegir tu isla ideal, aclarándote algunas dudas habituales.

¿Qué son las islas griegas?

La respuesta parece fácil, pero en realidad hay que diferencias las islas de los mares Egeo y Jónico. En aquél, muy cerca de Atenas, encontraréis las Islas Cícladas, y también cerca del continente están las islas del Golfo Sarónico. Más lejos ya, están las lejanas islas del Dodecaneso, pegaditas a Turquía, junto a las islas del norte del Egeo, las más pintorescas y solitarias, y por fin Eubea y las islas Espórades.

Navegando hacia el oeste, están la famosa Corfú y las islas Jónicas, y un poco más al sur la magnífica Creta, quizá la más completa de todas, pues aúna su espectacular belleza y cultura con la apabullante experiencia de su asombrosa riqueza arqueológica e histórica.

Si eres un Indiana Jones y adoras la arqueología

Si lo que quieres es perderte entre ruinas y jugar a descubrir misterios ocultos, la verdad es que la elección no es nada fácil: ¡hay mucho donde elegir! Por encima de todo, nosotros apostaríamos por Creta, pero también por otros destinos como Delos, Rodas, Samotracia o Cárpatos.

En ese sentido, Creta es casi infinita: no sólo es, según dicen, la cuna de la civilización minoica, la primera de las grandes civilización de Europa, sino que ofrece un completísimo repaso de la convulsa historia del Mediterráneo: las mezquitas turcas se codean con las iglesias bizantinas o con fortalezas venecianas. Y si a eso le añadimos una naturaleza exuberante y espectacular, Creta parece una apuesta segura para los amantes de la arqueología.

Palacio de Knossos_creta

Palacio de Knossos (Creta)

Pero ya os decimos que hay muchas y muy buenas opciones: como Delos, el epicentro sagrado de las islas Cícladas; o el enclave arqueológico de Olymbos, en Cárpatos, donde pervive un dialecto que aún mantiene palabras y expresiones del griego antiguo. En fin, si lo que quieres son ruinas, Grecia y sus islas son simplemente un paraíso.

Delos

Ruinas en Delos

Para los reyes de la noche
Mikonos

Anochece en Mikonos

Bailongos, saltimbanquis, noctámbulos, fiesteros… ¡también tenéis vuestros paraísos isleños! A nadie hay que hablarle ya más de Mikonos, la más famosa de las islas griegas por mor de su legendaria night life (no en balde la llaman “la Ibiza griega”), pero quizá no esté de más hablaros de la cercana Ios y a su capital, Hora, cuyas noches, según cuentan los entendidos, no desmerecen en absoluto a las de Mikonos, y son definitivamente más baratas.

Para esconderse de todos y de todo

Hay muchos refugios en Grecia y sus islas, como las remotas islas del Dodecaneso, o en las Cícladas (Anafi y Koufonosi son nuestras preferidas) y cerca de Naxos (Iraklia, Schinousa), pero es al norte del mar Egeo donde situamos nuestro paraíso particular, en Icaría, pero también en Alónissos, en Tasos y en Samotracia. Si lo que buscas es tranquilidad, todas ellas te ofrecen una situación geográfica que las mantiene alejadas de los principales tours turísticos de la zona, y mil playas perfectas para jugar a ser el perfecto Robinson Crusoe y olvidarte, al fin, del mundanal ruido.

Para revisitar los mitos griegos

Dos son las islas donde literatura y vida (o mito y vida) se interconectan a través de lugares y escritura. ÍItaca, la tierra anhelada de Odiseo, de la raza de Zeus y legendario urdidor de engaños, es una isla pintoresca y tranquila, protegida por acantilados como paredes y montañas que esconden pequeñas poblaciones y hermosas calas de arena de guijarros, el lugar perfecto para fantasías homéricas y paseos por una de las tierras más legendarias de nuestra mitología.

Itaca

Ítaca, la patria perdida de Odiseo

Los dioses, sin embargo, nos esperan en la exuberante Samotracia, sede de uno de los yacimientos arqueológicos tracios más importantes de Grecia (el muy justamente llamado “santuario de los Grandes Dioses”) y la montaña más alta de todo el Egeo, el monte Fengari (1.611 m), el lugar en el que Poseidón observó las hazañas de la Guerra de Troya.

Para completar una visita a Atenas

Desde el puerto de Atenas, hay muchas excursiones disponibles a islas como Eubea, o a las conocidas como islas del Golfo Sarónico: Angistri, famosa por sus pinares, Egina, con su hermosos templo dórico y las ruinas de un pueblo bizantino; la preciosa Hidra, donde no se permiten vehículos a motor y refugio veraniego de muchos atenienses; o Spetses, el paraíso de las cuevas marinas.

Egina

Formación rocosa en Egina

Para bucear, navegar y zambullirse

bUCEAR EN LAS ISLAS GRIEGAS

Prácticamente en todas las islas griegas es posible (¡y muy recomendable!) practicar el buceo con tubo, pero hay lugares especialmente indicados para aletear entre peces, rocas y corales como la costa de Kastelorizo (Megisti), Monastiri (Paros) o la bahía de Xirokambos. Y si lo que quieres es explorar viejos naufragios o nadar entre delfines, un excelente lugar son las azules aguas de Hidra. Muy cerca de Alónissos, una de nuestras debilidades del verano, viven los últimos ejemplares de la foca monje, uno de los mamíferos del mundo más esquivos, pero es difícil conseguir verlos sin saltarse las estrictas prohibiciones que guardan este santuario de la vida marina.

 

 

 

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