Una charla con Ana Galán, Directora de Producto para Asia en Vertierra

Charlamos con Ana Galán, la otra pata de este ilusionante proyecto llamado Vertierra. Con más de una década trabajando en el sector de los viajes, Ana, directora de producto para Asia de la agencia, expone sus ideas con seguridad y sin perder la sonrisa, analizando los cambios en el sector y algunas de las anécdotas vividas en sus viajes por el mundo. La digitalización, los encantos de Tailandia, las sorpresas por venir… todo eso y mucho más en un nuevo capítulo de nuestras entrevistas en exclusiva.

VERTIERRA: Lo primero de todo, ¿qué tal ha ido la campaña de verano? ¿Qué destinos son los más solicitados por los viajeros?

Ana Galán: La verdad es que no hemos parado, y todavía le quedan los últimos coletazos. Ha sido una campaña novedosa, muy diferente a las que veníamos lanzando los años anteriores. Hemos continuado asentando algunos destinos que tenemos ya muy trabajados, como Tailandia, Egipto, Vietnam, Sudáfrica, Costa Rica, Perú… pero también han cobrado impulso otros menos usuales. Entre estos, Myanmar sería el más relevante, con una demanda nada desdeñable. También hemos ido abriendo nuevas fronteras, como en el caso de las Seychelles, un destino que este año está teniendo una demanda muy considerable.

 VT: Y el otoño, ¿cómo se presenta? ¿Tenéis alguna sorpresa preparada?

AG: Por supuesto que sí, pero no sería una sorpresa si la desvelamos aquí, ¿no?. (Risas.) Sólo puedo adelantarte que seguiremos apostando por los nuevos medios digitales, y que muy pronto lanzaremos una iniciativa muy jugosa a través de nuestras redes sociales. En cuanto a los destinos, vamos a impulsar con fuerza Vietnam, Argentina y Guatemala, y también los viajes de relax o más “paradisíacos”, islas como Madagascar, Zanzíbar, las Maldivas…

Ana Galán, en uno de sus viajes a su querida Tailandia.

Ana Galán, en uno de sus viajes a su querida Tailandia.

VT: Eres la directora de producto para Asia, continente al que has viajado en multitud de ocasiones. ¿Qué país recomiendas para una primera toma de contacto?

AG: Lo tengo muy claro: para mí, Tailandia es la puerta de Asia. No es sólo que la acogida allí es siempre espectacular, sino todas las opciones que ofrece. Las playas de Tailandia son increíbles y no hay palabras para describir sus parques naturales, pero es que en Tailandia también puedes disfrutar de todo tipo de experiencias: si quieres lujo, lo encontrarás, y encima a buen precio, pero también puedes coger tu mochila y recorrerte el país sin demasiados problemas. Quizá lo más atrayente para alguien que no haya salido nunca de Occidente es su cultura, impregnada de espiritualidad budista pero muy acostumbrada a lo occidental. Para las mujeres, por ejemplo, es una entrada perfecta. No encontrarán ninguna dificultad por ser mujeres, más bien todo lo contrario. Claro que no puedo ser objetiva: Tailandia es una de mis debilidades personales.

«Lo tengo muy claro: para mí, Tailandia es la puerta de Asia».

VT: Cuéntanos la experiencia más rara que hayas tenido en tus viajes por el mundo.

AG: ¡Es difícil elegir! Quizá una de las más significativas fue nuestra experiencia con leones en Sudáfrica, en la Reserva Timbavati, el hogar de los leones blancos. La verdad es que yo no tenía mucha experiencia en destinos africanos, y allí que nos metimos con un vehículo alquilado y un chófer que chapurreaba malamente el inglés. En un momento del recorrido, decidimos bajar las ventanillas para poder sacar mejores fotos, y una leona y sus cachorros se pusieron a seguir el vehículo lanzando zarpazos a diestro y siniestro. Me puse muy nerviosa y empecé a gritar al chofer que bajase las ventanillas, pero no me entendía. Una vez conseguido, cuando ya estábamos al lado de la puerta de salida, uno de los miembros del equipo tuvo que salir fuera a abrir la puerta manualmente. ¡Nunca he visto a nadie correr tanto y volver tan asustado a un todoterreno! Es un ejemplo de lo que puede ocurrir si no te has informado lo suficiente, o si desconoces el entorno en el que te estás moviendo y cómo comportarte. Afortunadamente, no ocurrió nada, y todo acabó con una copa nocturna y unas buenas carcajadas en el hotel donde nos alojábamos.

VT: ¿Qué le dirías a alguien para que decida viajar con Vertierra? ¿Qué os diferencia de la competencia?

AG: La respuesta es fácil: atención personalizada. Nos gusta decir que somos algo más que agentes de viajes: somos asesores, lo que se adapta mejor a todos los cambios que ha habido en el mercado turístico en los últimos años. Nuestro trabajo es ayudarte a encontrar lo que buscas, algo que a veces el cliente ni siquiera tiene claro del todo. Escuchamos, buscamos, proponemos, guiamos, pero siempre con las necesidades y deseos de los viajeros en la cabeza. Alguien puede tener muy claro que quiere viajar a, digamos, Sudán, o Etiopía. Nuestra labor es explicarle de qué tipo de destino se trata, las dificultades que puede encontrarse o si el viaje es viable o no. Al final, se trata de descubrir qué viaje desea de verdad el cliente.

«Escuchamos, buscamos, proponemos, guiamos, pero siempre con las necesidades y deseos de los viajeros en la cabeza».

Hay otros dos aspectos que me gustaría destacar: los grupos reducidos y el trabajo de prospección que hacemos en la agencia. Siempre intentamos trabajar con grupos pequeños, donde el viajero siente que cuenta, que es importante. Me gusta usar la analogía de los estudios: si te apuntas a un máster, ¿qué prefieres, una clase de 12 personas o de 26? Con los viajes ocurre lo mismo. Además, conocemos de primera mano casi todos los destinos que ofrecemos. Antes de elaborar un programa, o de ofertar un destino, viajamos allí, hacemos las rutas, dormimos en los hoteles… Se trata de saber qué estás ofreciendo exactamente, para evitar luego sorpresas desagradables.

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Con Anna Ferrer, viuda de Vicente Ferrer.

VT: Después de tantos años trabajando en el sector, ¿qué crees que ha cambiado respecto a cuando empezaste a trabajar en el mundo de las agencias? ¿Es el nuevo viajero muy distinto del viajero de hace una década?

AG: Yo diría que ha cambiado del todo, o prácticamente. Incluso dentro del entorno digital todo es mucho más competitivo, y el perfil del viajero es muy diferente al de hace una década. Nosotros, por ejemplo, fuimos pioneros en la digitalización de nuestra oferta. Al principio se hacía a través de sistemas muy rudimentarios, mediante entornos donde sólo accedían los agentes y que el cliente no consultaba directamente. Fuimos los primeros en poner el producto a disposición del cliente desde nuestra web. Era todo muy manual, pero también efectivo. Pero ahora la sofisticación manda, y muchas veces el viajero trae su propio bagaje informativo en la mochila: ha investigado el destino por Internet, comparado agencias y precios… En definitiva, sabe mucho mejor lo que quiere, y está muy pendiente de la calidad y el precio de lo que contrata. Los tiempos en que el cliente venía con la tarjeta en la mano se han terminado, a la vez que el abanico de destinos se ha ampliado de una manera asombrosa.

VT: ¿Cuál fue tu primer viaje o tu primer recuerdo de un viaje?

AG: Mi primer viaje fuera de España fue a París, recién cumplida mi mayoría de edad, aunque seguramente el primer viaje de verdad fue el que realicé a Salvador de Bahía, ya con 27 años. Se podría decir que soy una viajera tardía. De todas formas, si tuviese que elegir ese viaje que cambió mi perspectiva viajera y vital para siempre, sería mi primera visita a la India. Para mí fue una experiencia muy importante porque la India lo representa todo: su cultura, tan diferente a la nuestra; el bullicio de las calles, la asombrosa vitalidad del país, que es un torbellino de estímulos y sensaciones. ¡Y las vacas! Tengo que confesar que tarde en acostumbrarme a tenerlas permanentemente a mi lado. (Risas.) Para mí, cada día en la India era como ser otra vez una niña con zapatos nuevos.

VT: ¿Y tu próximo destino?

AG: Son dos, en realidad. El primero es Myanmar, al que ya han ido algunos miembros del equipo pero que yo aún no conozco. También me han invitado a viajar a las Seychelles y, claro, si uno va con los gastos pagados… ¡No puede decir que no! Paradojas de la vida del profesional del viaje. Ya sabes lo que dicen: “sueldo de cerveza, vida de champán”. Y aunque no siempre es así, ¡voy a disfrutar todo lo que pueda de la invitación!

 

Fast check

Un lugar para perderse
El barrio de las flores en Bangkok. Recomiendo tomarse una cerveza con nachos
mientras se disfruta de las vistas nocturnas al río Chaop Phraya.

La mejor copa me la tome en…

Un Dry Martini en el lounge bar del hotel Sangri-La, en Guangzon (China).

Un restaurante que hay que conocer

El Siroco, también en Bangkok. Está en el Hotel Lebura y las vistas de la torre son alucinantes.

Un lugar al que volverías siempre

Son dos en lugar de uno: el Ashram de Amma, en el sur de la India, y las instalaciones de la Fundación Vicente Ferrer en Anantapur.

Un lugar al que no volver

El Tiger Kingdom de Chian May. Es un lugar triste donde drogan a los tigres para que se comporten como gatitos. Es un sacrilegio, algo realmente vergonzoso. 

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