Una guía personal de Nueva York: nuestros lugares secretos y los mejores (y más baratos) locales de comida casera

Restaurantes secretos (¡y baratos!), impresionantes monumentos para pasear en soledad, navegaciones gratuitas por el Hudson… Al margen de los sitios de postín, y de las ineludibles y necesarias visitas a los musts de Nueva York, hay en la Gran Manzana tesoros escondidos, lugares fabulosos (incluso monumentales) que uno puede visitar en soledad, pues son sitios alejados del centro de Manhattan, o se toman por secundarios en las clásicas visitas relámpago a la ciudad de los rascacielos.

Hemos preparado aquí una breve guía con algunos de esos lugares solitarios y mágicos que nos hemos encontrado en nuestras muchas visitas a una de las ciudades que más nos gustan a quienes formamos el proyecto Vertierra (no todo puede ser exótico en esta vida), y también con algunos rincones gastronómicos asombrosos en una ciudad donde todo el mundo dice que se come muy mal, o muy caro. Pero nada más lejos de la realidad. Lean, lean… y descubrirán algunos pequeños grandes lugares de un Nueva York auténtico y secreto. ¡Comencemos!

La deliciosa soledad de un memorial y dos iglesias

Solitario y majestuosos, el mausoleo de Halicarnaso tiene una réplica fascinante en la calle 122, esquina con Riverside Drive. La descubrimos gracias a una de esas guías no oficiales de la ciudad, un libro delicioso firmado por Enric González y llamado Historias de Nueva York, un imprescindible para todo el que busque en las ciudades algo más que un museo callejero o un paisaje para una fotografía vacacional. Hablamos del General Grant National Memorial, el mausoleo más grande de los EE. UU, construido, para más inri siguiendo el modelo de una de las Siete Maravillas del Mundo. En él, descansan los restos del General Ulysses S. Grant, decimoctavo presidente de la nación y vencedor de la Guerra Civil, junto a los de su esposa, Julia. Es un lugar muy tranquilo y hermoso, absolutamente fuera de cualquier circuito turístico al uso, lo que permite disfrutarlo prácticamente en soledad y pasear luego por la orilla del río Hudson y el elegante barrio de la universidad de Columbia.

Una guía personal de Nueva York_riverside church

Muy cerca de allí, merece la pena acercarse a The Riverside Church, entre las calles 120 y 122. Construida a principios de los años 20 gracias a la financiación del magnate John D. Rockefeller Jr., es un templo neogótico que sigue el modelo de la catedral de Chartres, famosos por su activismo a favor de los derechos civiles y en pro de la justicia social. Por allí han pasado muchos personajes ilustres, y desde su altar se han proferido algunos de los más célebres discursos de la ciudad, a cargo de algunos de los personajes más eminentes de la historia, como Martin Luther King, Arundhati Roy, Nelson Mandela y el mismísimo Fidel Castro. Y aunque no os van las iglesias (que de todo hay), hacednos casos: la colección de fotos que cuelga de las paredes de sus salas laterales bien merece una visita.

Descendiendo hacia el sur de Gotham, os encontraréis con la incomprensiblemente desconocida catedral de Nueva York, The Cathedral Church of Saint John the Divine, que tiene el honor de ser la cuarta iglesia cristiana más grande del mundo, y la primera en tamaño entre las anglicanas. Su eclecticismo arquitectónico no le quita nada de su espectacularidad, a pesar de estar todavía inacabada o, como les gusta decir a los neoyorquinos, “siempre en permanente construcción”.

Una guía personal de Nueva York_The Cathedra Church of St. John the Divine

En cualquier otra ciudad del mundo sería una visita imprescindible, pero aquí, en Nueva York, no son muchos los que se acercan a visitarla. No dejéis de rodearla, pues la catedral guarda secretos también fuera de sus muros: una cancha de baloncesto al aire libre, pegada literalmente a uno de sus laterales y, sobre todo, el hermoso y fascinante jardín del ala sur, que presume de tener (según dicen) un ejemplar de todos los árboles del Jardín del Edén mencionados en la Biblia. El pequeño folleto que te dan a la entrada de la catedral menciona nada menos que los lirios a los que cantó Salomón, los laureles del profeta Isaías, e incluso un membrillo en el que algunos ven la pecaminosa manzana, causa de la caída de Adán y Eva. Como maravillosos complemento a este recogido lugar, extraño y encantador, varias placas de bronce recogen decenas de citas de pensadores, filósofos o artistas como Confucio, Gandhi, Sócrates, Einstein, John Lennon, Marc Chagall o Georgia O’Keeffe.

El Ferry de Staten Island o de cómo sentirse Vito Corleone en la ciudad de los sueños

¿Recordáis al joven Vito Corleone observando la aparición de la Estatua de la Libertad al llegar a la bahía de Nueva York? El simbolismo de esa visión quedó grabado en la mente de muchos inmigrantes de las primeras décadas del siglo XX, y también en la de los espectadores cinematográficos de todo el globo, por medio de la imagen en movimiento de Francis Ford Coppola en El Padrino 2. Hoy, es posible experimentar algo parecido, emular a aquellos esperanzados nuevos americanos navegando en el Ferry de Staten Island, un transporte gratuito (sí, gratuito) que conecta cada hora el sur de Manhattan con el barrio/isla de Staten Island.

Una guía personal de Nueva York_Ferry de Staten Island

La visita a Staten Island es muy recomendable, pues se trata de uno de los distritos de la ciudad más desconocidos y que suele ser obviado por los turistas. Muchos son sus encantos, como el St. George Theatre, un magnífico teatro que abrió en 1929 para ofrecer espectáculos de cinematógrafo y vodevil, y donde todavía se mantienen sus enormes candelabros y escalinatas, así como una completísima programación de actuaciones nocturnas que se encuentran entre lo mejor de la ciudad.

Una guía personal de Nueva York_St. John Theatre

Una guía personal de Nueva York_St. John Theatre

Pero el verdadero regalo de esta isla es el Snug Harbor Cultural Center & Botanical Garden, al que se accede en apenas 10 minutos desde el puerto, tomando el autobús S40. Inicialmente una residencia de marinos retirados, cuenta con cinco espectaculares edificios renacentistas, antaño residencia de estudiantes, transformados hoy en museos y galerías de arte. Pero el plato fuerte son sus jardines, hasta 34 diferentes, con el llamado New York Chinese Scholar´s Garden a la cabeza, único en todo el país y diseñado siguiendo el estilo de los jardines de la dinastía Ming (siglos XVIII y XIV).

Sólo queda ya tomar el ferry de regreso a la isla de Manhattan, momento en que os encontraréis por fin inmersos en una de las mayores (y mejores) epopeyas mafiosas de la historia del cine. Porque es ahí, al regresar hacia Manhattan, cuando disfrutaréis de la espectacular y nostálgica perspectiva de la ciudad, la misma que observaron quienes llegaban por vez primera a la tierra prometida.

Una guía personal de Nueva York

Pequeños tesoros gastronómicos o de cómo comer bien y barato en Nueva York

Dejadnos que os contemos un secreto: entre las múltiples (y carísimas) opciones culinarias que ofrece la ciudad de los rascacielos, es posible encontrar algunos locales donde comer a muy buen precio y que son desconocidos por la mayoría de los turistas. Nos referimos, por supuesto, al Burguer Joint at Le Parker Meridien Hotel y al restaurante Peter´s since 1969.

El primero es una rareza casi estrambótica, si no un verdadero anacronismo, pues se trata de un auténtico garito de luz mortecina, repleto de pintadas y sin demasiado buen aspecto escondido dentro de la recepción de un hotel de cinco estrellas, el Le Parker Meridien Hotel. Y no crean que es producto de una campaña de marketing. El Burger Joint no sólo es auténtico, sino que sirve, de lejos, las mejores hamburguesas de la ciudad. Su dueño, apegado a su negocio como sólo un neoyorquino puede estarlo, se negó a vender su parcela y le construyeron encima el hotel de marras, lo que no ha hecho que su actividad merme en absoluto. Entrad sin miedo en la recepción del hotel, al fondo de la cual veréis una cortina roja a lo David Lynch. Justo detrás está el Burguer Joint, a la derecha de un neón hortera y demasiado luminoso.

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Una guia personal de Nueva York_Burguer Joint at Le Parker Meridien Hotel

Sobre la barra, un cartón con las instrucciones que os aconsejamos que leáis con atención, pues el ritmo es frenético y, si al llegar vuestro turno no sabéis lo que queréis, recibiréis un buen gruñido y os harán volver a la fila. Un consejo: intentad evitar dentro de lo posible las horas de comida de los neoyorquinos, pues se forman colas bastante prominentes. Unos 13-15$ el menú completo con bebida.

Una guía personal de Nueva Yprk_Burguer Joint at Le Parker Meridien Hotel

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Una guia personal de Nueva Yprk_Burguer Joint at Le Parker Meridien Hotel

Y llegamos al Peter´s since 1969, el mejor descubrimiento que hayamos hecho nunca en esta selva del asfalto. Lo conocimos caminado por Williamsburg, en pleno borough neoyorquino (en concreto en el 168 de Bedford Avenue), y es al que volvemos siempre, aunque hay un total de tres locales esparcidos por la ciudad. ¿Y de qué se trata? Muy fácil: comida casera servida de una profusa colección de cazuelas donde encontraréis guisos de carne, verduras, pollo y hasta lentejas, todo ello acompañado con guarnición de patatas, arroz, verduras… totalmente a gusto del consumidor.

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Una guia personal de Nueva Yprk_Peter´s since 1969

Os garantizamos raciones muy generosas y un trato estupendo. El local cuenta con una terraza interior donde, si el tiempo acompaña, se puede cenar muy agusto y fumarse un cigarrillo, un verdadero lujo en estos lares. Unos 20-25 $ por cabeza con una botella de vino.

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